Total Recall o El vengador del futuro

Total Recall

Por Fernando Bustos Gorozpe[1]

Total Recall o ‘El vengador del futuro’ es un remake de la cinta noventera que llevó el mismo título y que protagonizó el ahora también político gringo Arnold Schwarzenegger. Aquella película aunque no tan buena generó un gran impacto en su momento,  Schwarzenegger era un personaje de moda, la dirección estaba a cargo de Paul Verhoeven quien había dirigido Robocop  y  la trama se desarrollaba en Marte (a diferencia de la actual que se desarrolla en la Tierra) hecho que la volvía atractiva al tratar de recrear un escenario con el cual –todavía- se especula demasiado.  Len Wiseman, a quién algunos identifican por su trabajo en Duro de Matar 4.0, es el director de este nuevo remake. El personaje principal Douglas Quaid o Hauser es interpretado por  Colin Farrell y su enemigo principal (su aparente esposa en la historia) está a cargo de Kate Beckinsale. La cinta lejos de parecer un remake se presenta como  algo diferente a pesar de que el director se encargó de  conservar elementos icónicos de la primer cinta como  aquella chica con tres senos o el nombre del personaje, pero en definitiva no hace pensar que se está viendo una nueva versión de esa cinta de ciencia ficción de los 90’s.

Total Recall es de esas películas que te atrapan con su promocional pero que te defraudan en la pantalla grande. El tráiler antojaba un buen remake haciendo uso de elementos tipo Matrix o Inception (cintas que supieron jugar con temáticas filosóficas de forma moderna), razón que generaba interés puesto que usualmente todas aquellas cintas que tratan sobre la realidad y percepción tienden a ser interesantes por el tema mismo.


El filme se queda a medias en todo: en el diálogo, en la trama, en las actuaciones y en el final. La película comienza con Douglas Quaid envuelto en una persecución en la que termina siendo capturado, la escena corta y  Quaid despierta de lo que parece ser una terrible pesadilla recurrente. Está asediado por las fantasías que lo atormentan en sus sueños, algo le falta, algo no cuadra, algo necesita. En cierto modo es esto lo que  termina llevándolo a visitar una clínica que se especializa en vender recuerdos, “Total Recall”: te conectan a una máquina, te inyectan substancias químicas y acceden a tu sistema nervioso con softwares capaces de recrear cualquier escenario y situación posible con tal de dejar plantado un recuerdo en tu memoria que se indexará a tu registro de eventos reales. Es en este momento en que pareciera que la cinta empieza.

  chica tres senos

La película es lenta y aburrida a pesar de que daba para más. Los huecos que dejan por llenar aunque parecieran irrelevantes dejan grandes cuestionamientos que al final terminan importando, incluso la primer cinta con Arnold Schwarzenegger  llegó a ser más interesante y entretenida.  Colin Farrell pareciera estar actuando –por fin- el personaje de Tom Cruise en Minority Report y hasta ahí. Destacan algunos elementos futurísticos como un teléfono celular insertado en la mano, un refrigerador con una pantalla integrada y una policía robotizada, pero lejos de esto la tecnología e imaginación parecen estar fuera de una película que se desarrolla en el futuro y que tiene un tema tan fascinante como la memoria y las fantasías.

Lo interesante de la película  son los escasos cinco minutos que dura la escena en que Quaid está en la clínica y entabla un pequeño diálogo filosófico con “Mac” quién parece ser el dueño.  El diálogo se asemeja mucho al de Neo con Morpheus en  Matrix con planteamientos sobre la realidad.  Esos minutos son el centro vital y lo que posibilita la historia, el cómo una fantasía o algo virtual se puede volver real y cómo en la actualidad la tecnología lo vuelve permisible. La fantasía, apelando al psicoanálisis, es un dispositivo que sirve para articular la realidad, no es necesario que sea objetivamente real, igual sirve para actuar.  La temática no es tan plana como muchos pudieran pensarlo sino al contrario, y parece que es justo esto lo que se le escapa al director, lo importante y relevante que es el planteamiento de insertar fantasías a la memoria, planteamientos que de antaño parecían meramente divagaciones filosóficas, ciencia ficción y pseudo problemas pero que hoy en día la ciencia los está volviendo reales y necesarios de dialogar, la posibilidad de que hoy en día mediante la ciencia es posible infligir dolor o tortura presionando sólo el centro neuronal apropiado sin siquiera tener que golpear físicamente a alguien, y que aun así ese dolor sea más real que un dolor “real”. Algunas cintas que antes eran mera ciencia ficción cada día parecieran ser más probables a causa de los descubrimientos que se han hecho en la ciencia, esto es lo que debería ser acentuado en este remake de Total Recall; en la película de Arnold Schwarzenegger, la historia apenas parecía creíble, hoy en día la historia tenía los elementos históricos y tecnológicos para presentarla como algo que sólo depende de algunos años en que sea posible.

Así con una serie de inconsistencias Total Recall se suma a la larga lista de remakes que no llegan ni si quiera a hacerle tributo a la cinta original y mucho menos a superarla. La película se convierte en opción sólo en la medida de qué tan fan se sea de Colin Farrell o bien por mera curiosidad cinéfila. Len Wiseman termina debiendo bastante al cine de ciencia ficción y ese trabajo que parecía sencillo de lograr, no lo cumple en esta ocasión.


[1] Lic. En Filosofía por la UV, Maestrante en Filosofía por la UV, Research Analyst en Swarm Insights, Tutor externo en el ITESM.

Una respuesta a “Total Recall o El vengador del futuro

  1. La película es buena en ambas versiones sin embargo la del 2012 me gustó más sobre todo porque gráficamente se disfruta mucho más. Hace tiempo la vi por casualidad en HBO Brasil y me llevé grandes sorpresas pues es muy atractiva y entretenida. Una excelente opción para tarde de películas.

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