La violencia es algo horrible

Por Rafael Rebolledo / @rareac

Escrito después de leer esta entrevista a Michael Haneke en el periódico El País

salo_

La canción de Calle 13 «Algo con-sentido» termina con el cantante disparándole a carcajadas a una fan que se le acercó para adularlo. Después de muchos disparos el cantante detiene todo para decir: «Pera, pera, ya, ya, ya páralo que está violento, está muy violento, pa’ los chamaquitos ¿verda’? Yo les digo a los chamaquitos que esto es feca, esto no es de verdad, es como la mayoría de los reggaetoneros que son feca, no son de verdad no son reales, ¿ta bien? A fuego.»

¿En qué momento la violencia se volvió algo entretenido y digno de admirarse? Con el ejemplo de Calle 13 recuerdo a un amigo de la adolescencia que gustaba de tomarse fotos vestido como reggaetonero y con pistolas de mentira: le daba orgullo verse así, tenía ganas de ser como esos tipos que aparecen en videos con muchas mujeres, joyas, alcohol, drogas, y claro, armas. Y así como pasa en la música y en la televisión, el cine no se ha quedado atrás. Por supuesto que siempre ha habido y habrá violencia en las películas, pero el problema no es ese: el problema es el entretenimiento que nos significa la violencia y la manera en que la percibimos.

«Feca» en Puerto Rico significa «mentira».

«Pero cada acto violento es fruto de una herida»

Una de las tres películas favoritas de Haneke es «Saló o los 120 días de Sodoma» de Pier Paolo Pasolini, pero afirma que sólo la ha podido ver una vez. Les cuento que «Saló» es la única película que no pude terminar de ver en un primer visionado: no podía creer tanta crueldad y violencia, y sobretodo la crudeza con la que se muestra, no dejaba de preguntarme ¿para qué estoy viendo esto, qué necesidad hay de sufrir tanto? Tuve que quitarla, las palabras sobran para cualquiera que haya visto esta película.

Fragmento de la entrevista a Haneke:

«Fue el primer y único relato del mal y la violencia donde no vi una burda manipulación pornográfica. Demasiado… Es la película que más me ha impactado. Fue fundamental para hacer Funny games. Saló… es la única que ha logrado dar al espectador una impresión real de lo que es la violencia sin convertirla en un producto de consumo. Y eso es muy difícil. Yo lo he intentado hablándole directamente al espectador para que se dé cuenta de ello. A veces la violencia se consume con cierto gusto; eso me parece asqueroso. No me gustan mucho las películas de Tarantino; sabe hacer muy bien lo que hace, no hablo de su calidad. Es su cinismo respecto al espectador. Me parece inhumano»

pulp_fiction_jackson_travolta

¿Por qué sufrimos viendo una película de Haneke y disfrutamos tanto las de Tarantino? Las del primero las queremos dejar de ver y las del segundo nos dejan con ganas de más. Hay una frase muy sabia que dice que eres responsable de lo que dices pero no de lo que entiende la gente. En un mundo donde reina la ignorancia y lo mediático, como cineasta es complicado tener una mínima idea de cómo va a interpretar el público tus películas. Kubrick odiaba el fanatismo a «A Clockwork Orange», no era su intención que idolatraran a Alex y sus droogies. Haneke tampoco buscaba hacer apología de la violencia con «Funny games», pero algunos entendieron lo contrario.

Los artistas tienen responsabilidad social como cualquier otra persona. En «Funny games» Haneke rompe varias veces la cuarta pared para cuestionarnos como espectadores sobre lo que estamos viendo, nos recuerda que esto es un espectáculo, un entretenimiento, y que si seguimos presentes es porque todavía queremos ver más. La violencia es algo horrible, por eso cuando la vemos filmada de manera cruda y sin matices estéticos para aligerarnos la experiencia, nos damos cuando que algo está muy mal y que no es nada agradable. Pasolini fue asesinado de manera muy misteriosa poco después de presentar «Saló». El Indio Fernández después de ver «Fando y Lis» de Jodorowsky dijo que cuando lo viera lo iba a matar. Son muy pocos los que se atreven a mostrar las cosas como son. Sin feca.

La violencia es producto de algo, no se crea sola ni sale de la nada. Siguiendo con Haneke en su película «The White Ribbon» muestra la terrible educación de unos niños en un pequeño pueblo alemán en los años 1913 y 1914: cuando captamos que esos niños son la generación que veinte años después serán los nazis, nos quedamos en shock. ¿De dónde viene el mal?, es la pregunta exacta para ver esta película, ¿y de dónde viene tanta perversión de parte de los torturadores de la República de Saló? Hay que ir un poco más allá en los análisis, no quedarse en un primer nivel.

Me despido con una imagen de la grandísima «Funny games». En este mundo actual donde lo que importa es el espectáculo y las ganancias que éste genere, lo demás es irrelevante y aburrido: Ríete un rato, estoy torturando y pasándomela increíble, justo lo que querías ver. A fuego.

NORTHLIGHT SCAN

Deja un comentario